¿Querés vivir una experiencia diferente y conectarte con la historia ancestral de Costa Rica? Entonces anota en tu lista una parada obligatoria en el Monumento Nacional El Farallón, ubicado a orillas del río Lajas, en Bagaces, Guanacaste. Este sitio es una joya arqueológica que guarda los rastros de nuestros antepasados en forma de petroglifos (figuras hechas por incisión en roca) esculpidos en roca volcánica.
Ideal para los amantes de la historia, la aventura y la naturaleza, El Farallón ofrece una experiencia auténtica fuera del bullicio turístico tradicional.
El Farallón fue declarado Monumento Nacional en 1998, debido a su gran valor cultural y arqueológico. Se trata de una pared de piedra de 86 m², donde se conservan más de 200 grabados hechos por indígenas entre los años 300 y 800 d.C.
Los petroglifos tallados representan humanos, espirales, animales, círculos y otras figuras geométricas, cuyo verdadero significado aún es un misterio. Se cree que este sitio tenía funciones ceremoniales o de comunicación.
Lo más impresionante es que estas figuras siguen ahí, expuestas al aire libre y al paso del tiempo, resistiendo la lluvia, el viento y los siglos.
Aunque es un sitio pequeño, El Farallón tiene mucho por ofrecer:
Importante: No toques los grabados ni intentes subirte a la piedra. Este es un sitio protegido por ley y merece todo nuestro respeto.
(Cortesía de La Voz de Guanacaste)
Aunque no existe una interpretación única de los petroglifos del Farallón, se cree que muchos de estos símbolos tenían funciones espirituales, astronómicas o territoriales. Las espirales podrían haber representado el paso del tiempo, los círculos concéntricos podrían estar ligados al sol, y las figuras humanas podrían ser representaciones de líderes o chamanes.
Estas inscripciones son parte del legado de culturas indígenas como los corobicís, que habitaban esta región del país antes de la llegada de los españoles.
Además de su valor histórico, El Farallón también es un espacio que te invita a reflexionar sobre el paso del tiempo, la identidad costarricense y el respeto por las culturas originarias. Su entorno natural y su silencio permiten desconectarte del ruido del mundo moderno y reconectarte con algo más profundo: nuestras raíces.
(Cortesía de Museos del BCCR)
El Farallón demuestra que Guanacaste no es solo playas, sino también historia y cultura viva. Este monumento es perfecto para un paseo en familia o con amigos que quieran conocer algo distinto, auténtico y lleno de significado.
De la planta geotérmica Miravalles, 400 m sur y 3 km al este. Fortuna de Bagaces, Guanacaste.
CONTACTARSan Bernardo, 4km al sur de la Iglesia Católica.
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